A M A R = V I V I R


La vida es la búsqueda de algo, ese algo aunque muchos traten de disfrazarlo es el amor. Encontrar esa otra parte que nos complemente, nos entienda, pero sobre todo que nos acompañe de manera incondicional y fiel es lo que todos anhelan encontrar.

En estos tiempos ese deseo parece ser una utopía; la frivolidad de la gente ha contaminado el entorno y ese sentimiento puro se ha ido desvaneciendo por los engaños, la falta de comunicación, la intolerancia y la incomprensión.

Aunque ésta sea una realidad imposible de obviar, aquellos que son capaces de sentir amor verdadero saben que es infinito y alcanza para cobijar no sólo a nuestra pareja, sino también a familiares y amigos, que son en definitiva (pero no en todos los casos) los que nunca se irán de nuestro lado.

Sí, es cierto que son distintos amores y que realmente no se pueden comparar, pero al final es el mismo sentimiento expresado de una forma distinta; y me atrevería a decir que aquellos que no conocen el amor en casa tampoco lo conocerán fuera de ella. O por lo menos, el camino para encontrarlo tendrá mayores obstáculos porque simplemente se desconoce y el reto entonces será descubrir cómo se siente amar. Pero además, el que no se ama a sí mismo mucho menos podrá amar a otro (a).

La vida gira alrededor del amor. Si nos detenemos a analizar, nos daremos cuenta que nuestro entorno está colmado de situaciones, palabras, sonidos e imágenes que hablan de él. Está presente en millones de canciones, películas, libros y poemas y vive en el corazón de todos, con sus excepciones, claro está.

En algunas personas, ese sentimiento está dormido o escondido, en otras, está profundamente herido y hay quienes lo llevan a flor de piel y viven la extraordinaria sensación de ser correspondidos.

Sencillamente, cuando se está enamorado la vida se ve distinta, todo parece más fácil y las cargas se alivian. Pero, si ese amor falla el mundo que veíamos color de rosa se derrumba y la tristeza se apodera de cuerpo, mente y corazón.

El amor tiene sus altibajos, sus decepciones, sus alegrías, sus momentos buenos y malos. Nos sorprende, nos confunde, nos aterra y nos ilusiona. Conseguirlo es la meta de todos, mantenerlo es el reto. Hay que alimentarlo y moldearlo para que se asemeje a lo que soñamos, porque si algo es cierto, es que nunca encontraremos la perfección en ninguno de los seres que amamos a lo largo de la vida, sean familiares, amigos o compañeros sentimentales.

Definir amor es complicado por lo abstracto de su esencia. Y aunque muchas veces duela profundamente, vale la pena descubrirlo, buscarlo, soñarlo, sufrirlo y disfrutarlo al máximo porque quien no se atreve a conocer lo amargo y dulce del amor mata su alma y espíritu.

En pocas palabras: amar es en sí vivir.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hola amiga!

Podría decir que aún mi alma y espíritu está incólume por el afortunado amor de familia que tengo. Es difícil encontrar el verdadero amor de pareja, pero como tu bien lo dices, ya llegará, sin necesidad de buscarlo.

Sigue así, mi escritora.

Reina Barroso
Daniel Fermín ha dicho que…
Bendito amor, maldito amor.

Un abrazo.

www.DiariodeunDesconocido.com

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