CUESTIÓN DE PERSONALIDAD: ¿CÓMO ERES TÚ?




Cómo vemos al mundo y cómo nos ve el mundo a nosotros. Es cuestión de percepción y de personalidad. Más de una vez he comentado con mis conocidos lo que ganan o pierden las personas gracias a su personalidad o actitud frente a ciertas situaciones. Para hacer una reflexión al respecto primero me voy a permitir hacer una clasificación personal sobre cómo se desenvuelve la gente en su círculo social: 1) personas excesivamente extrovertidas, 2) personas extrovertidas, 3) personas medianamente extrovertidas, 4) personas tímidas, 5) personas excesivamente tímidas.

Según mi opinión, las personas excesivamente extrovertidas son aquellas que no le temen en lo absoluto a hacer el ridículo, aquellas que les encanta llamar la atención por donde quiera que pasan ya sea gritando, cantando, bailando, echándole broma al de al lado o quien sabe qué otra ocurrencia. Quieren hacerse notar a como de lugar, bien sea para ganar la aceptación de los demás o para hacerse populares. Dentro de su círculo social son los más amados o los más detestados.

Las personas extrovertidas son aquellas que les agrada socializar con los demás y tienen la facilidad de hacerlo, gracias a su simpatía y facilidad de palabra. No se esfuerzan en interesar a los demás, lo logran de manera casi inmediata luego de cruzar unas pocas palabras con cualquier persona. Suelen conocer a mucha gente, no hacen el ridículo para obtener la aceptación de los demás y llegan a ser el centro de atención en muchas ocasiones. A diferencia de las personas excesivamente extrovertidas, difícilmente podrían ser detestadas. Logran sus objetivos porque actúan sin miedo al qué dirán y se sienten seguros de lo que son, de su capacidad y de lo que quieren.

Las personas medianamente extrovertidas son aquellas que les gusta hacer relaciones sociales, pero no entran en confianza con la misma facilidad que lo hacen las personas extrovertidas. Están abiertas para conocer gente y lo consiguen sin mayor problema, sólo que no profundizan la relación hasta no estar seguros de la otra persona. Pero una vez que esto sucede, se sienten libres de expresar sus pensamientos.

Las personas tímidas suelen dejar de hacer muchas cosas que desean por temor a hacer el ridículo. Aunque se sienten seguros de lo que quieren, les da miedo expresar sus ideas porque no soportan el rechazo. Les cuesta un poco hacer amigos, por lo que son más selectivos a la hora de escoger a las personas que forman su entorno. Prefieren estar rodeados de poca gente, pero cuando encuentran al grupo ideal, se sienten como pez en el agua, se dan a conocer como son y entregan su confianza.

Por último, las personas excesivamente tímidas se encierran en si mismos. No se permiten conocer a los demás ni que los conozcan. Se aíslan en su propio mundo y no les interesa tener nuevas experiencias. Sufren mucho porque luchan constantemente entre lo que quisieran hacer y no hacen por vergüenza. Cosas tan simples como pedir la hora en la calle les parece toda una osadía. Tienen pocos amigos y generalmente son considerados antipáticos, no porque lo sean sino porque son personas de pocas palabras y tienden a no extenderse mucho durante una conversación.

Del tipo de personalidad derivan muchas otras cosas a parte de las relaciones interpersonales. La forma de vestir, los colores preferidos, el tipo de música que nos gusta, los sitios que frecuentamos, nuestros pasatiempos favoritos y hasta la profesión que escogemos tiene que ver con rasgos de la personalidad.

El carácter de cada quien está marcado al nacer, sin embargo, éste se irá modificando con el paso de los años, dependiendo de nuestra vida social.

La personalidad no se ve pero se percibe, y en lo particular, pienso que ella es la mejor arma para conquistar o desagradar a los demás. Ella define nuestra manera de pensar, de actuar, de ser y de relacionarnos.

Cada quien tiene una personalidad ÚNICA, quizás parecida a otras por el signo zodiacal (aunque algunos descarten la posibilidad) o por simple casualidad. Sea como sea cada persona es irremplazable. Unas con más virtudes que defectos y viceversa. Lo cierto es que la personalidad puede ayudar o dificultar muchísimo el desarrollo de nuestra vida amorosa, familiar, social y profesional.

Es posible mejorar aspectos negativos de la personalidad, pero sería falso creer que los defectos van a desaparecer por completo. Es como cuando una pareja se casa pensando que él o ella será más responsable, más ambicioso (en el buen sentido de la palabra) o más dócil durante el matrimonio que durante el noviazgo. Eso no va a suceder.

Hablar sobre personalidad es algo complejo. Tanto así que cuando alguien le pide a otro que defina su forma de ser, la respuesta inmediata más común es: ¡ay, no sé!, me cuesta describirme…Muchos ni siquiera saben realmente como son. Muchos llegan a adultos sin saber lo que quieren. Muchos no comprenden si quiera por qué les gusta esto o aquello; al fin y al cabo la personalidad es un enigma que hay que saber descubrir, pero sobre todo, que hay que aprender a aceptar.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Mi Romiii. Fabuloso. Me encantó este artículo yo me considero medianamente extrovertida, sabes que eso de llamar la atención y el escándalo no me gusta mucho, pero una vez que me suelto el moño hay papá no hay quien me aguante jejeje. Te felicito amiga eres demasiado talentosa con las palabras, deseo que pronto puedas explotar y exportar este don que Dios te dio. un beso. La Yiyi

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