Destinos conocidos, recuerdos que afloran con un toque de nostalgia...
“En París todo es gris, hace frío todo el día, llueve llueve sin parar y nos podemos mojar; oui oui, jambon, fromage et pomme”. Inventamos esta cancioncita durante una de esas largas caminatas por las hermosas calles de París, en uno de esos días de invierno que no para de llover. En uno de esos días que ya a las 4 de la tarde no hay ni un rallito de sol, en uno de esos días en los que vivimos un sueño que hoy después de casi ocho años aún no termina.
Cómo resumir los momentos que pasamos un grupo de 5 jóvenes amigos que un día decidieron viajar a Italia y a Francia con el mayor espíritu de aventura, con una sonrisa siempre dibujada en el rostro y con las mejores ocurrencias, aún en los momentos más agotadores. ¡Imposible!, lo que vivimos no se volverá a repetir, pero sin duda recordar es una forma de retroceder el tiempo. Yo, con 16 añitos era la mascota del grupo, ¡qué tiempos aquellos! Era la consentida…. siempre protegida, siempre riendo. Y cuando no reía era motivo de preocupación… ¿Qué le pasa a Romi que no se ha reído? Romi estaba cansada, pero feliz.
Uno de los momentos que con más nostalgia recuerdo es cuando todos nos quedamos dormidos en el tren que nos llevaba a Versalles. El recorrido debía durar 2 horas, pero para nuestra sorpresa fue más corto. Despertamos de un profundo sueño cuando todos los pasajeros habían bajado del tren. Las puertas del vagón estaban a punto de cerrar cuando en cuestión de 5 segundos y por arte de magia, logramos agarrar nuestros bolsos como en una especie de limbo. Fue uno de esos instantes en los que sientes que vas contra el tiempo, faltaron pocos segundos para devolvernos a la estación inicial sin darnos cuenta por culpa del cansancio.
Los recuerdos se me vienen a la cabeza como una película en cámara lenta: la Fontana de Trevi, el Museo del Louvre, El David de Miguel Ángel, el recorrido por el Sena, lanzarnos sobre la nieve ladera abajo haciendo competencias a ver quien llegaba más rápido y sin caerse, comer helado en Florencia a una temperatura de 0 grados, caminar por más de 7 horas seguidas recorriendo París con un frío que muchas veces llegó a paralizarnos, el intercambio de regalos en Noche Buena en el lobby del hotel, decidir el recorrido del día siguiente... Cuantos instantes, cuantas risas, cuanto cansancio, cuantos lugares conocidos y cuantos se quedaron en el camino.
Una de las tantas cosas que no podré olvidar fue la sensación que percibimos al entrar a la Iglesia de San Pedro en Roma. No pudimos contener las lágrimas, volvimos a repetir la visita varias veces. Entrar a ese lugar es entrar en otra dimensión, las palabras se quedan cortas al tratar de describir la magia que envuelve ese lugar sagrado.
Y Venecia (suspiros)… Venecia es el lugar con el que no en vano millones de personas sueñan visitar algún día. Parece de mentira, una ciudad en el agua, miles de góndolas que adornan los canales, paisajes de postal, imágenes que se quedan grabadas en la mente por el resto de la vida. En Roma cumplí los 17. Una noche especial, un restaurante lleno de gente, luces apagadas, un mesonero se dirigía a mi mesa con una enorme sonrisa en su rostro y con una torta de chocolate inmensa que encargaron mis amigos de sorpresa. Todos cantaban ¡tanti auguri a te, tanti auguri a te!. Última velada de un viaje de ensueño. Así me despidió Italia, con 17 velitas y con uno de mis deseos cumplidos: conocer la tierra de mis padres.
Definitivamente los viajes enriquecen al ser humano. Les da otra visión de mundo. Conocer otras culturas, otros paisajes, otra gente, la verdad no tiene precio. Miami, Orlando, Cartagena, Bogotá, cruceros por el Caribe, Punta Cana, Italia, Francia. Todos estos destinos han dejado en mi miles de recuerdos gratos, experiencias nuevas, únicas e interesantes, aventuras y anécdotas que contar. Las fotografías me permiten recordar y valorar aún más esos momentos irrepetibles de mi pasado. Muchos detalles se han desvanecido, pero todavía conservo el aire de cada lugar que pisé. Ninguno es más fresco que otro, simplemente son diferentes.
Comentarios
viajar es vivir, vivir es soñar, soñar es querer, ama, vive, rie y aprende...
muy bello tu texto romi.
RECORDAR ES VIVIR Y SON TANTOS RECUERDOS Y TANTAS ANECDOTAS QUE PROVOCAN EN MI UN SENTIMIENTO DE NOSTALGIA, AQUELLOS TIEMPOS DONDE REIAMOS Y NOS APOYABAMOS COMO AMIGOS.
RECUERDO MUCHAS, COMO CUANDO DECIDIMOS SALIR DEL HOTEL EN FLORENCIA, ERAN COMO LAS 7 U 8 DE LA NOCHE Y SALIMOS A PASEAR HACIA LA PLAZA Y EL FRIO INCLEMENTE SE APODERO DE NOSOTROS Y NO PUDIMOS LLEGAR MAS LEJOS, SOLO CAMINAMOS DOS CUADRAS, Y CON TANTAS GANAS CORRIMOS HACIA EL HOTEL NUEVAMENTE PARA RESGUARDARNOS DEL FRIO, Y PASAMOS POR UNA VITRINA, DONDE HABIA UN SR MONTADO EN UNA ESCALERA CON UNA GRAN PALA "MENEANDO" UNA MASA BLANCA Y DESDE LO MAS ALTO DE LA ESCALERA LE VACIABA UN POTE QUE PARECIA SER CHOCOLATE.
Y SI ERA CHOCOLATE Y ESA MASA ERA VAINILLA, EL SR ESTABA HACIENDO UN HELADO ARTESANAL, Y RECUERDO QUE LE DIJE A MI COMPAÑERA DE VIAJE Y PROTEGIDA, "CHAMA ESO NO LO VAMOS A VER NI PROBAR EN CARACAS" COMPREMOS UNO, Y ASI FUE COMPRAMOS UNA BARQUILLA, Y NOS QUEDAMOS TODOS VIENDO COMO A MENOS DIEZ GRADOS DE TEMPERATURA LA BARQUILLA EN CUESTION NO SE DERRETIA...
CORRIMOS Y NOS LA COMIMOS, QUE LOCURA.
TANTOS RECUERDOS... TANTAS RISAS Y TANTAS COSAS HAN CAMBIADO DESDE ENTONCES.
LO IMPORTANTE QUE SEGUIMOS JUNTOS Y QUE SEGUIMOS VIVIENDO NUESTRAS VIDAS, SOBRE TODO AHORA QUE TU HERMANA ESTA VIVIENDO LO MAS HERMOSO, Y QUE ESTAMOS ALLI PARA SEGUIR COSECHANDO ANECDOTAS COMO LA DE NUESTROS VIAJES.
UN BESO MI CHINA ESCRITORA, SIGUE ASI
NATALINO
Seguimos con mucho cuidado todos y cada uno de los puntos alli señalados como si fueramos en busca de un tesoro escondido, recordando cada indicacion que nos dieron dias antes en la sala de la Quinta Yaya.
Crucen aqui, pasen por alla, y se van a encontrar con un colegio etc etc.
Despues de leer cuidadosamente llegamos, y en efecto nos encontramos con un colegio al fondo, y a mitad ed calle la casa en cuestion, para algunos ya habiamos encontrado el tesoro, pero no, lo encontramos tiempo despues...
Caminamos y escuchabamos una voz que decia " sandro vieni a mangiare" una voz que se confundia con el frio viento pero que arrancaba risas sin sesar.
Salimos muy contentos y nos tomamos muchas fotos y sobre todo lo mas anecdotico es que llegamos con un mapa que detallo cada detalle a la perfeccion.
Y asi nuevamente ese grupo de "locos" escribio otra pagina en el libro de las anecdotas.
Ah y el tesoro... fue ver la cara de la persona que nos hizo el mapa cuando le contamos al regreso y ver como supero aquello que le impedia ir para regresar a auqel sitio que añoraba con tanto amor.
Hasta la proxima...
Natalino
Empezo el paseo, pasabamos el primer monumento, sonaba el audio como en 5 idiomas, faltaba solo el cuti, de resto todos los idiomas conocidos los decian por parlante, claro esta que cuando llegaba al italiano ya estabamos muy lejos o viendo el siguiente pero bueno... seguiamos en nuestro BATEU MUCH algo asi.. y de repende nos fuimos quedando solos en esa inmensa cubierta descubierta...
que raro, mejor para nosotros...
hasta que alguien dijo, coño me estoy congelandooooo, fue que caimos en cuenta que la temperatura era menos 9 y que deberiamos bajar, claro en ese momento es que me di cuenta que mi mano derecha la que sostenia la camara grabadora quedo totalmente congelada y encima doblada agarrando la camara,no la pude mover bien hasta que se calento con una bebida al bajar del botecito congelante...
je je
Natalino
El magnifico ejemplo de guia turistico de Archi en Las termas de Caracala... o la fiesta de fin de años, en la que fuiste con un vestido largo, color, ¿lila?, que cuando caminabas se subia hacia las rodillas, caminado por las calles en venezia, con un frio intolerable y con mucha felicidad en nuestro rostro.
Imposible olvidar esos momentos...
Besos,
Jim